¡Querer es poder! - 5 Las adicciones


La paz

En el sistema nervioso central, en el llamado cerebro reptil, tenemos los circuitos de castigo. Cuando nos sentimos mal, cuando nos reprimen, entramos en reacción de ataque o de fuga; inmediatamente liberamos un neurotransmisor llamado acetil-colina, el neurotransmisor que, procesa la reacción de castigo.

Normalmente, esa reacción es percibida en nosotros como culpa. ¿Qué pasa cuando nos sentimos culpables de algo?. Los circuitos de castigo se activan y no podemos experimentar la paz.
Para salir de la dependencia hemos de construir un patrón de relaciones donde se afianze el sentimiento de seguridad. Sentirnos seguros en el mundo sólo sucede cuando lo hemos interiorizado. Cuando nuestro mundo vive y se transforma a cada instante con y dentro de nosotros entonces fluimos vibramos con la vida, dejamos de estar congelados en el pasado, atados a culpas a victimas y verdugos. Somos dueños de nuestra vida, aquí y ahora, caminamos por el sendero de la paz.

La primera clave para alcanzar la paz, es la aceptación.
Cuando nos aceptamos incondicionalmente como somos, nos perdonamos y dejamos pasar. ¿Y qué es lo que dejamos pasar? El pasado.


Cuando dejamos pasar el pasado podemos vivir ahora y aquí, en presente. Comprometernos con la vida, apasionarnos, enamorarnos y dar todo de nosotros por un ideal.
La sustancia que media en este proceso es la dopamina, la misma molécula de la excitación del sistema limbico, la molécula que mueve la pasión, la excitación, el hobby, el compromiso y el amor. Todo aquello que mueve nuestro hipotálamo, nuestra hipófisis, nuestro equilibrio endocrino, está hecho de dopamina.
Maria Arboleda
junio 2008