¡Querer es poder! - 6 Las adicciones


La Libertad


Cuando experimentamos levedad, o un sentimiento de gracia, de totalidad y de ascenso, producimos otro neurotransmisor, la serotonina. La alegría de vivir. Cuando vivimos viendo la vida tras el prisma de la totalidad, esta adquiere sentido, se llena de significado, todo encaja todo tiene una función. Recuperar la perspectiva de la totalidad, es recuperar el sentido de la unidad, la propia identidad.

PONER LAS COSAS EN ORDEN y restaurar el orden implícito es el objetivo de la terapia en sintergética.

Los eventos hacen parte de procesos interconectados, y en sus orígenes o propósitos. Demarcan estrategias adaptativas de la vida y responden las preguntas al ¿por qué soy adicto al tabaco y no a la heroína? o ¿por qué padezco un lupus o una neumonía?. Aquí radica el arte de la sintergética: el reconocimiento de los trayectos de menor resistencia que establecen vías de mayor sensibilidad a la acción terapéutica. El reconocimiento de que todo está interconectado, acetilcolina, dopamina, serotonina, nicotina…entonces lo aparentemente insignificante se llena de sentido cuando ocupa su lugar en el contexto adecuado.

El retorno a la integridad es un proceso automático una vez ha comenzado. En el caso de la adicción a la nicotina, además de la perturbación molecular, podemos encontrar muchos otros eventos significativos, que nos darán herramientas terapéuticas que van más allá del clásico arsenal farmacológico. Nos importan aquellas situaciones que se relacionan con fallas en los procesos de auto-aceptación y auto-reconocimiento, pues son diferentes octavas de la misma nota fundamental: la auto identidad del ser.

Sanar las dependencias es recuperar la identidad, la pasión por la vida, abandonar el pasado e implicarse con el presente.



Maria Arboleda