PRACTICANDO LA CELEBRACION Y EL AGRADECIMIENTO



NACER A LA SABIDURIA INTERIOR


Entramos a cada vida con trabajo para hacer y estamos preparados para ello. Posponemos nuestra felicidad en aras del sacrificio y así terminamos viviendo nuestra historia de dolor y sufrimiento una y otra vez hasta que aprendemos a re-escribirla con nuevas palabras, recordándonos al fin que la vida se celebra en donde estamos. Y aprendemos a crear nuestra felicidad y alegría áquí y ahora!

Esta es la lección que debemos aprender en este momento de nuestras vidas. Si empezamos a poner en practica la celebración y el agradecimiento en todos los aspectos por difícil que ahora parezca; estamos sembrando los semillas de nuestra nueva vida. Redefiniendo el significado de nuestra historia y co-creando un nuevo final, despertando a la capacidad creadora que mora en nuestro interior. Para que podamos encontrar nuestro camino, reunir nuestra energía diseminada y enfocar nuestro poder e intención a donde queremos ir.

Habrá sorpresas ya que aquellos que pensábamos que serían parte de nuestro viaje de vida en el futuro no estarán ahí y otros con los que nunca soñamos que tendrían la voluntad de caminar este sendero están ahí para caminar a nuestro lado.

Celebrar nuestra historia de vida es un proceso de despertar en donde recordamos que nuestra historia puede ser cualquier cosa que queramos que sea, se acaba en cualquier momento en el que deseamos y el final es nuestra elección.

Parte del proceso de co-creación de nuestras vidas es que veamos a las personas como son, en lugar de cómo las queremos ver. Esto puede ser una conmoción y lo que experimentamos en este proceso puede ser doloroso. Pero a menos que les permitamos a los demás que encuentren la energía para sanarse por si mismos en vez de dárselas nosotros, nunca la encontrarán ni se conectarán a sus propias habilidades de sanación. Y seguirán creando lazos de dependencia y adicción.
Pero el proceso no sólo tiene que ver con cómo vemos a los demás sino también en cómo vemos nuestra propia vida, donde estamos poniendo nuestra energía y cómo estamos participando en la sanación de todos.

Nuestra iluminación nace en nuestra sabiduría para llevar adelante con alegría y en el servicio el proyecto de co-creación de una nueva vida.

Podemos sentir que tenemos mucho que aprender sin embargo no es aprendizaje lo que debemos hacer, sino una reconexión a la sabiduría que llevamos en nuestro interior. Es esta sabiduría la que nos sirve a nosotros mismos y a la humanidad.

El camino de la sabiduría interior no es el camino del caos y el drama, así que no alimenta la necesidad del ego por una confirmación de su poder. Es el camino de la humildad, del servicio y de la alegría. Nuestra sabiduría yace en la paz que podemos encontrar en cada situación, que nos bendice con transformación, sanación, entendimiento y reconexión a nuestra luz. Sabemos que hemos elegido desde nuestra sabiduría interna cuando nuestras elecciones nos traen paz, acceso a la ilimitada abundancia del Universo y nos reconcilian con nosotros mismos. Es el camino que lleva a casa, al cielo en la tierra.

María Arboleda.