Meditación de Luna Llena


Meditación de Luna Llena

La luna llena es un período especial en el que las energías espirituales están especialmente disponibles y facilitan una relación más estrecha entre la humanidad y la Jerarquía.
La meditación es un método potente de servicio a la humanidad cuando se usa la mente como un canal para la recepción de las energías de luz, amor y buena voluntad y para dirigirlas a la conciencia humana. Cada mes, el momento de la luna llena ofrece una gran oportunidad para utilizar la meditación - especialmente en formación grupal - como un medio de colaboración con el Plan o Intención divina para nuestro mundo.

Podemos preguntarnos, ¿qué tiene que ver la luna con esto? Las energías de luz, amor y voluntad-al-bien siempre están disponibles para aquellos que pueden entrar en contacto con ellas en la meditación. Pero en todos los aspectos de nuestra vida planetaria hay ciclos de flujo y reflujo de energías espirituales con las que los grupos, así como los individuos, pueden cooperar conscientemente. Uno de los ciclos mayores de energía coincide con las fases de la luna, cuando alcanza su máximo, su apogeo, en el momento de la luna llena. Por consiguiente, éste es un momento en el que a través de la meditación, el grupo puede convertirse en un canal singularmente eficaz.
La propia luna no tiene influencia en el trabajo; pero el orbe totalmente iluminado de la luna indica una alineación libre y sin obstáculos entre nuestro planeta y el sol, el centro solar, la fuente de energía para toda la vida en la Tierra. En esas ocasiones podemos realizar un acercamiento definido a Dios, el Creador, el centro de vida e inteligencia.

Las energías que únicamente están disponibles en la luna llena - cuando se asimilan, reciben y transmiten correctamente en la meditación - pueden ser un instrumento para ayudar a la humanidad a continuar avanzando hacia su meta espiritual como un centro de conciencia integrado alineado dentro del cuerpo de Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Éste es el objetivo esencial de las reuniones mensuales de meditación de luna llena. En la preparación para la meditación de grupo, la parte más significativa del trabajo es la alineación e integración como grupo, abiertos en conciencia, para formar un canal útil para transmitir energía a la conciencia humana. Al emprender el servicio de meditación de luna llena, el objetivo es trabajar imaginativamente como miembros del nuevo grupo de servidores del mundo, dedicado al servicio mundial. Espiritual y telepáticamente, el grupo es uno y el trabajo es uno.

El efecto de la meditación humana en este momento es cambiar las condiciones, invocar las potencias espirituales superiores, trabajar con concentración - tanto vertical como horizontalmente - dentro del mundo de los hombres y del reino de Dios. Esta actividad vertical y horizontal contiene el secreto de la meditación creadora. Invoca las energías superiores y crea un canal de contacto entre el alma y el espíritu. Esto se realiza mediante lo que he denominado meditación vertical. También evoca y crea un fermento o movimiento dinámico en ese nivel del ser que debe ser afectado o cambiado, siendo éste el aspecto horizontal. Ambas actividades vertical y horizontal describen el método de invocación y evocación, tal como lo emplean todos los grupos vinculadores entre los diferentes centros planetarios. (Alice A. Bailey)