Luna llena de Piscis, Storm Moon o luna de la tormenta.
28 de febrero 2010 4:39 GMT.
La luna llena de Piscis llueve fértil y fuerte; despertando y calentando la fría tierra, nos preparamos para los tiempos fértiles limpiando y bendiciendo la tierra en crecimiento, el suelo sagrado, listo para la siembra; y nuestro ser para cambiar y crecer.
Los pájaros hacen o limpian el nido donde una nueva generación hará perdurar su esencia, todos los animales preparan amorosamente y con dedicación el refugio donde hará crecer sus pequeños retoños, que algún día serán seres fuertes y seguros de si mismos.
Trabajamos esa noche el instinto para elegir guiados por la verdad, nuestra esencia interior sabe que entretejer y que eliminar, la imaginación, la inspiración y la anticipación crecen y su fuerza divina hace señas a las semillas de futuras cosechas.
Luna semilla, luna de los arados, luna de los vientos,
La ilusión se desvanece en cuanto asoman los auténticos brotes.
Hécate, Atena, Astarté, Morrigan,
Cuajado de inspiración, el ciclo vuelve a comenzar.
Disfrutad de esta mágica luna, realizad meditaciones, limpiad vuestra mente de falsas ilusiones y dejad que el mágico hálito de la luna de tormenta os inspire y os guíe para que en el futuro podamos recoger la cosecha que añoramos.
Es la hora de ordenar las cosas dentro y fuera. De soltar la ira, el resentimiento y viejos comportamientos limitadores.
Limpiate de costumbres y cosas que ya no te sirvan.
Despeja el lugar para un renovado crecimiento.
Enciende una vela blanca de purificación y potencial, para hacer señas al resplandor de la primavera.
Otros nombres: Luna de la Nieve, Luna Avivadora, Luna Tormentosa, Luna acelerada, Luna de Hambre, Luna Salvaje, Luna Roja y de Limpieza, Luna del Invierno Grande, Luna del Sol.
Nota clave de la meditación:
"ABANDONO EL HOGAR DEL PADRE Y, RETORNANDO, SALVO"
Este pensamiento simiente lleva en sí el proceso entero de involución y evolución. La marcha adelante de la unidad de vida desde un estado material de conciencia tan denso que gradualmente, a través del proceso de experiencia en la materia, despierta a la conciencia de la personalidad y lentamente se forja la decisión de hollar el "sendero de retorno", de "regresar" hacia la fuente y el origen del Ser de donde originariamente surgió. Es la historia del hijo pródigo en cada miembro de la familia humana. La nota clave lleva implícito el acto del retorno consciente a la "casa del padre". La substancia de los diversos cuerpos, apropiados durante el proceso involutivo (la salida del padre y la inmersión en la materia), se impregna tanto con la luz espiritual y la energía, que la conciencia del alma empieza a controlar e inicia el camino de retorno consciente desde la materia densa al origen del Ser, sale del camino involutivo e inicia el sendero de la evolución; y así la vida individual es "salvada", puede dejar el estado denso de materia.
He aquí el aprendizaje y el secreto de las energías de esta luna, de esta festividad y de la era que recién ha terminado abriendo paso a la actual era de acuario.
Estamos bajo el influjo de estas energías desde el 18 de febrero hasta el 19 marzo 2010.
Piscis ha desempeñado un gran papel en este proceso evolutivo en el curso de los últimos 2000 años, porque es el signo, y por tanto la influencia energética, que ha gobernado este período de la historia. El bien conocido símbolo de Piscis es el de los dos peces enlazados por un hilo conector. Esto significa la unión que existe entre el alma y la personalidad de un individuo. Durante largas eras el alma es la prisionera de la personalidad. Eventualmente, bajo el constante impacto de la energía espiritual y, como resultado de la experiencia en el camino de vida, se hace posible una inversión permite al alma controlar la personalidad.
La orientación de la humanidad al mundo de los valores superiores ha sido el principal objetivo de la era de Piscis, apenas ha finalizado, y de la influencia del sexto rayo. Aunque nunca ha habido un tiempo en el que ésta orientación no haya avanzado regularmente, conviene tener presente que durante los últimos dos mil años un proceso de orientación mucho más elevado, raro y más difícil se ha sostenido ante la humanidad y ello por la siguiente razón: el cuarto reino de la naturaleza (el reino humano) ha sido definitivamente atraído en forma ascendente hacia el emergente quinto reino (espiritual angélico y divino) y esto ha hecho, también, necesario centrar la atención en la expresión del mundo superior de la conciencia del alma. También ha requerido la reorientación de la atención instintiva y de la intelectual, que son los principales factores en el desarrollo de la percepción divina. Esta percepción puede ser instintiva, intelectual y, por lo tanto, humana y también espiritual. Pero las tres son igualmente divinas, lo cual es un punto que frecuentemente se olvida.
La redención de la materia y la elevación y expansión de la conciencia es el propósito subjetivo de la encarnación. El proceso redentor libera la vida interna a un estado de conciencia superior. Esto constituye, y ha constituido, la tarea de todos los salvadores mundiales. De ahí la aparición del Cristo como salvador mundial en los inicios de la era de Piscis hace 2.000 años.
El estableció los principios sobre los que podría basarse el crecimiento y desarrollo necesarios durante este período para poder estar listos para abrirnos a las influencias divinas de la nueva era que comienza (Acuario).
La humanidad necesitaba construir el principio egoico del amor, la facultad de la devoción y la capacidad de servicio y de autosacrificio. Estos eran aspectos destacados de las enseñanzas del Cristo y de su propia forma de vida. El ejemplificó lo que enseñaba, demostrando así la necesidad de que la teoría, o la teología, se convirtiese en una forma práctica de vida cotidiana.
La energía liberada a través de Piscis y a la que podemos acceder durante la meditación, estimula nuestra sensibilidad espiritual innata. En sus etapas iniciales, esta sensibilidad se encuentra con frecuencia polarizada psíquicamente, como una fuerza emocional intensamente egocéntrica. Esto produce cierta tendencia al fanatismo y a llevar los ideales o ideas necesarios a tales extremos que se transforman en una limitación y un obstáculo para el crecimiento, y a la liberación del alma. Hemos contemplado los efectos de esta tendencia en el fanatismo religioso, por ejemplo, que exalta al Instructor por encima de la enseñanza; o que aprueba el empleo de la fuerza militar y la tortura en nombre de la conversión religiosa.
En una vuelta más elevada de la espiral, la energía de Piscis genera la calidez del amor y de la compasión, necesarias para la salvación mundial y humana. Esta influencia transforma la vida en el reino humano. La tendencia al psiquismo se transforma en percepción e inspiración espiritual; la codicia en renuncia; el instinto de supervivencia en abnegado servicio mundial; la autocompasión en compasión, simpatía y comprensión divina; la devoción a las necesidades personales en una respuesta sensible a las necesidades de la humanidad; el apego al entorno y la situación personales en desapego de la forma y capacidad de identificarse con el alma.
Se trata de cualidades y valores que todavía tenemos que incorporar a nuestra forma de vida, a medida que dejamos atrás la era de Piscis y nos adentramos en Acuario, la era del servidor mundial y de la hermandad universal. Todo cuánto es mejor y más refinado, de cada era de la historia humana y de cada etapa a lo largo del camino evolutivo, se convierte en la base de un nuevo crecimiento. Nunca se pierde o se descarta algo de valor. El impacto regular de la fuerza de Piscis ha sido lo que por fin ha conducido a la humanidad, el Discípulo Mundial, a las puertas mismas de la iniciación. Durante más de 2.000 años la influencia de Piscis ha afectado a la humanidad; ha producido la demanda de un reajuste mundial; ha desarrollado el espíritu internacional y ha conducido a la formación de grupos en cada departamento de la vida humana, colocando así los cimientos para la futura síntesis en Acuario.
Piscis introduce dos tipos dominantes de energía, la energía del primer rayo de voluntad o poder y la energía del segundo rayo de amor y sabiduría. Así, el Propósito y el Plan se han entretejido en la conciencia de la raza humana para que ésta los interprete y revele a través del despertar de su propio corazón y mente. La fusión de corazón y mente crea un salvador mundial, o un servidor mundial. Y se dice que la fusión de corazón y mente, en un ser humano y en la vida planetaria, es esencial para el proceso evolutivo en este sistema solar.
La salvación de la humanidad, y el servicio al Plan, son los abnegados objetivos del discípulo influenciado por Piscis. Esta influencia ha construido su potencia sólidamente y bien en la conciencia humana durante los últimos 2.000 años. Así, el discípulo actual puede verdaderamente decir: "Abandono el hogar de mi padre y, retornando, salvo".
Al completarse el circulo del zodíaco y el trabajo de los doce Festivales, saludemos a la fuerza cósmica de toda vida y energía y afirmemos nuestra responsabilidad dentro de ella mediante estas palabras de un antiguo Mántram, conocido como el Gayatri
¡¡¡Feliz Esbat!!!