Nuevos datos confirman
que el satélite se formó a partir del material que se escapó de nuestro planeta
tras el choque con un astro
Datos obtenidos por científicos de la Universidad de Washington en San
Luis (Estados Unidos) han confirmado la veracidad de una teoría sobre el origen
de nuestro satélite: que este se formó a partir del material que se desprendió
de la Tierra por el choque de esta con un cuerpo celeste. Simulaciones computerizadas
efectuadas por otros dos grupos de investigadores respaldan esta confirmación.
Tres estudios
publicados esta semana en las revistas Science y Nature vienen a apoyar una de las teorías que
se barajan sobre el origen de la Luna: el satélite se formó a partir del
material que se 'escapó' de la Tierra cuando otro astro chocó contra ella.
Las rocas volcánicas
de la Luna presentan menos concentración de cinc pero con más isótopos pesados
de este elemento que las rocas de la Tierra y de Marte. Así lo confirma un
estudio que investigadores de la Universidad Washington en San Luis (EEUU)
presentan esta semana en Nature.
Este hallazgo tan
específico ofrece pistas sobre el origen de nuestro satélite. La comunidad
científica suponía que los elementos más ligeros de la Luna se habían evaporado
hace tiempo de su seca superficie y que, por eso, los poco volátiles deberían
ser más abundantes, pero no tenía pruebas concluyentes.
Ahora, la detección de
mayor presencia de isótopos pesados de cinc en muestras lunares –recogidas en
las misiones Apolo– confirma esta hipótesis.
Los nuevos datos son
consistentes con una evaporación a gran escala –y en mayor proporción de
elementos ligeros– acaecida cuando un cuerpo planetario del tamaño de Marte
impactó con la Tierra hace 4.500 millones de años.
La
colisión produjo el material que, con el tiempo, formó la Luna; y donde hasta
ahora se han identificado compuestos similares a la Tierra y no a los de Theia,
el nombre con el que se ha bautizado al planeta que chocó
Simulaciones
computerizadas lo confirman
En la revista Science
también se publican otros dos estudios que apoyan la formación de la Luna con
material terrestre. Se trata de simulaciones computerizadas efectuadas por dos
grupos de forma independiente, uno coordinado desde la Universidad de Harvard y
otro desde el Southwest Research Institute en Boulder (EE UU).
El primer equipo
muestra que un impacto gigante en una Tierra primitiva de giro rápido pudo
originar un disco de material terrestre que sirvió para formar el lunar.
El modelo revela que
un sistema Tierra-Luna primitivo girando rápidamente no tuvo por qué haber
tenido siempre el mismo momento angular, como se pensaba hasta ahora, sino que
esta magnitud se pudo ir reduciendo hasta su valor actual gracias a la
influencia gravitacional del Sol.
Por su parte, el
segundo grupo simuló colisiones gigantes de planetas con una masa similar a la
de la Tierra, pero a velocidad más baja. Los resultados también se ajustan a la
composición química similar de nuestro satélite y el manto terrestre, aportando
evidencias de que la Luna se pudo haber formado a partir de la Tierra.
Referencias
bibliográficas:
Randal C. Paniello,
James M. D. Day, Frédéric Moynier. Zinc isotopic evidence for the origin of the Moon.
Nature 490, 18 de octubre de 2012.
M.
Ćuk et al. Making the Moon from a Fast-Spinning Earth: A Giant
Impact Followed by Resonant Despinning. R.M. Canup et al.
"Forming a Moon with an Earth-Like Composition via a Giant Impact".
Science, 18 de octubre de 2012.