YOGA PARA NIÑOS

Lo que aporta el Yoga a los niños

A nivel físico . El yoga infantil, aumenta la flexibilidad y mejora la coordinación de movimientos. Mejora la capacidad respiratoria y ayuda a tomar conciencia corporal, algo que resulta bastante inusual en los niños. También mejora el equilibrio por lo que resulta de gran utilidad a niños con problemas de agilidad o de bajo tono muscular.


A nivel intelectual . Potencia la atención y la memoria. Ayuda a relajarse, algo especialmente útil para niños superdotados. Por otro lado, el yoga infantil aumenta la estimulación y motivación. El yoga también contribuye a desterrar los miedos nocturnos y a combatir el insomnio infantil.

A nivel escolar . En casos de fracaso escolar, se ha comprobado que el yoga mejora el rendimiento del niño en el colegio, ya que ayuda a controlar el nerviosismo, reduce la agresividad y aumenta la concentración.

Mediante su práctica, el niño adquiere conocimientos que le van a servir a lo largo de toda su vida, desde aprender a “respirar bien hasta encontrar el equilibrio mental necesario para poder resolver todo tipo de situaciones conflictivas.

Dado que no se trata de un deporte donde deban competir, hacer Yoga les brinda a los niños una mayor capacidad de atención, concentración y ayuda a disminuir su agresividad. Así mismo, evita el estrés temprano que les producen malas posturas, respiración deficiente y alteraciones de la conducta.

Otros beneficios que se logran son una notable flexibilidad en la columna vertebral, fuerza en piernas, y brazos, y mayor capacidad de concentración (muy importante para el desarrollo de su vida escolar).

Otro aporte fundamental que este arte y ciencia de vida les brinda a los niños es enseñarles a respirar correctamente por la nariz. Cuando a los niños que respiran por la boca, se les explica de manera sencilla el porqué de la necesidad de cambiar este mal hábito, enseguida y de manera totalmente natural, comienzan a corregirlo.

En el caso de los niños tímidos o con problemas de autoestima, las posturas indicadas son las invertidas y las de equilibrio, porque aportan al practicante dominio del cuerpo y seguridad en sí mismo.

La mejor edad para iniciarlos en la práctica del Yoga es a partir de los seis años, dependiendo esto naturalmente de la madurez del pequeño.